Este es en realidad el primer cuento ( y no si en verdad merezca ese calificativo) que hago...honestamente ignoro de donde salio esta historia pero surgió como suelen pasar en mis escritos en una noche misteriosa intentando hacer sonreír a alguien...y bueno aquí esta el extraño resultado de mis desvarios noctámbulos...
En verdad creo que este "cuento" ya no es mio, sino de alguien mas, pero espero no se moleste por ponerlo aquí solo creo que es una linda historia que merece ser contada... y bueno basta de mis habladurías... y aquí esta.
LA ESTRELLA DOMINICK
En verdad creo que este "cuento" ya no es mio, sino de alguien mas, pero espero no se moleste por ponerlo aquí solo creo que es una linda historia que merece ser contada... y bueno basta de mis habladurías... y aquí esta.
LA ESTRELLA DOMINICK
Esta es la historia de una noche fría, un cuadro de un bosque y una chica triste lo embiste con sus cabellos.
Era ella una chica de pelo lacio y oscuro como la noche. Miraba el cielo desconsolada, preguntándole a las estrellas si habría alguien que se sintiera igual que ella. Una lágrima rozó su rostro y cayó en la tierra, la gota salada de su tristeza despertó la magia del bosque he hizo brotar una rosa roja, como la sangre de su solitario corazón.
De pronto pasó una estrella fugaz iluminando su mirada por un instante, pintando su cielo de una tenue esperanza y pidió su deseo con todas las fuerzas que le quedaban: “que el amor llegue a mi algún día, ese que haga mi felicidad infinita…”
Se quedó dormida frente a la fogata cobijada por el fuego,a la mañana siguiente la rosa estaba en su regazo con una nota: “Te estoy esperando frente al lago, ahí donde las estrellas caen al espejo de tus ojos negros. Atte. Tu deseo de estrella.”
Ella no lo pensó más de un segundo y corrió al bosque.
El viento hacía de su cabello una telaraña mágica de sueños; corrió y corrió, su corazón saltaba ante la alegría del misterio, ¿quién sería él? ¿Cómo sería?
El grujir de las hojas secas bajo sus pies parecía coincidir misteriosamente con el nervioso palpitar en su interior.
Al fin llego al lago, agitada, turbada de emoción...pero era tarde él se había ido... Miró el lago queriendo perderse en él desconsolada, de pronto el viento soplaba con tal fuerza que parecía que hablaba,segura de que todo había llegado a su fatídico final, agachó su mirada clavada en las rocas y una dulce voz rompió el silencio: “no llores bella, aquí estoy”, dijo él acariciando su rostro.
“Aquí estoy y estaré siempre”, le dijo, la tomó entre sus brazos con loca alegría y la hizo sentir la luz entre las copas d los árboles.
“Pensé que te habías ido”- dijo ella- “y aquí estas mí deseo de estrella, ¡al fin!” pintándose en sus labios una sonrisa tan dulce como el aroma de la rosa entre sus cabellos.
Finalmente y después de tanto su pacto de amor eterno se selló con la magia de un beso dulce,verdadero ahí donde muere el sol y nacen las estrellas.
Jamás volvieron a verlos, pero se dice que su magia hace crecer rosas rojas a orillas del lago.
Almas unidas eternamente por la magia de la noche: ella y su deseo de estrella.
Fin.
Teresa Paulina Navarro Méndez. 29/03/2013
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