les dejo esto que es un proceso mas lento, es la primer historia que me pongo a escribir ya mas formalmente fuera de la poesía, ojala les agrade.. esto es lo que tengo hasta ahora.. si se les ocurre algún titulo háganme saber.
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-Quisiera decirte que todo pasara en un segundo, que todo el dolor se ira pronto, pero no puedo, sabes que no puedo mentirte.
-Entonces ¿para que estas aquí para burlarte? ¿A caso te divierte mi miseria mañanera después de una noche sin sueños sin nada más que inútiles recuerdos?
-Claro que no me divierte, sabes que existo para cuidarte, para protegerte aunque no puedo negar la belleza de tu tristeza, es como mirar una hermosa pintura del siglo XVIII... Como tus mejillas caen sobre las comisuras de tu boca, en tus ojos se esconden las lágrimas más dulces mientras tus pupilas me muestran lo que callas a la luna misma, toda tú tan indefensa, pero a la vez más fuerte que la roca que el mar golpea cada anocher.. Eres tan bella sufriendo, casi tan bella como la magia de tu sonrisa.
-¿Bella? Dime ¿qué tiene de bello alimentarse de recuerdos tiernos, cálidos, llenos de falsas esperanzas para después despertar y ver que fue un sueño? ¿Qué hay de bello en sentir que muero cada que ese aroma dulce viene y tengo que ver que aunque todo lo di no sirvió de nada?
-Bien, tu belleza reside pequeña en que más allá de que mueras del recuerdo, vives sabiendo que así tenía que ser, amaste y él ya no está, perdiste tus ilusiones pero aun así sigues de pie amando la noche, amándote, amando eso que él no pudo ver en ti... Tu belleza, es la belleza de una estrella moribunda que al final destella con tanta fuerza que rompe con el vacío, tú eres esa estrella.
-Ja!... ¿Vacío? no me hables de vacío.. Y de amor, de recuerdos y de estrellas muertas no quiero vivir, no puedo consolarme al saber que solo tengo eso, aun cuando he aprendido más de mí que cuando estaba con él, no quiero solo recordar el calor de un abrazo, no puedo solo recordar que es amar y tener la estúpida idea de que me aman igual.
-Tú los has dicho ¡no puedes! Pero ¿quieres hacerlo quieres vivir así? ¿Qué caso tiene la vida sin la amargura de los pensamientos en silencio? ¿Qué caso tiene este universo sin la oscuridad profunda de tus ojos, si el amor no hubiera atravesado las raíces de la oscuridad pura?
-Lo sé y de nada me arrepiento, es solamente que ya me canse de esperar y es que empiezo a perder la esperanza..
- Shh! Pequeña pero si tú no crees en la esperanza, tú crees en la verdad y no hay más verdad que tu belleza. Eres bella cuando sufres, pues lo haces con delicadeza, con ternura y aun así, en tu mirar veo la fuerza de la noche. Si tu verdad es la belleza entonces es evidente ...-ella me interrumpe de golpe-
- ¡Ya cállate! Sabes que aun con tus palabras la tristeza no morirá ¡nunca!
- Pequeña, no temas al recuerdo que ese no será el último aliento de tu alma, si tu verdad es la belleza y tu inmensa fortaleza, entonces es evidente que algún hombre (aunque sean tan simples y tontos por no saber apreciar lo dulce de tus lágrimas) será capaz de sostenerte en sus brazos y amarte con locura.
Seca ya tus lágrimas, mira al cielo y recuerda cuando las liberaste, recuerda la magia de tus ojos y la risa de aquel que no te abandona.
Tengo que irme pues ya amanece, duerme bien y sabes dónde encontrarme.. Sólo mira dentro de tu pecho y llámame tan fuerte que despierten la noche y sus bestias.
Así, ella de nuevo sola mira por la ventana sus estrellas, así fue la noche triste.
Las noches posteriores, permanecí en silencio, observando atento para cuando ella me llamara, esperando no escuchar su grito desesperado en medio de la oscuridad de la noche, esperando que con cada amanecer su sonrisa volviera a pintar el cielo de mágicos colores.
II
Y de nuevo, una noche más la vi llorar, tan bella tan dulce, en silencio y sin pedir nada, rompió el manto de las olas y se acercó al agua para que ella lavara sus lágrimas tan amargas como el mismo mar. Y ahí estaba yo sin que ella me viera, ahí como siempre con la furia de todos, con la impotencia de nadie al ver que nada podía hacer más que llorar con ella.
La oscuridad del cielo se cerró, el viento arreció mostrando la vitalidad de su carácter y su complicado lenguaje, ese viento solo puede ser ella: fría, triste, desesperada...Y la furia de todos crece, el mar rompe el silencio de sus dolores, pobre del mar, pobre del viento a merced de su estrella, la estrella que fallece.
- Ya sé que estás aquí, no puedo verte pero siempre estás aquí...Estoy triste más no tonta, ya sé que dirás que nadie merece mis lágrimas, sé que el viento sopla fuerte y es por mí, lo sé.
- Entonces, aquí estoy. ¿Qué tienes ?
- Nada, ya sabes, las nubes de siempre.
- No sabes fingir pequeña, no sabes (mientras intento secar sus mejillas)
- Bueno pues si ya lo sabes, ¿para qué nos hacemos tontos?
- Porque me gusta escucharte, me gusta como hablas para que nadie pueda oírte, cerca de las rocas, donde rompe el mar las olas tú rompes en llanto.
- Tonto... No puedes hacerme esto siempre, te diviertes conmigo verdad? Aun con tus palabras deseo salir corriendo y de cualquier forma me hacer reír.
- Una risa que me agrada, cuando marcas tu tristeza de rabia , para que el mundo no sepa de ti pero bien sabes la verdad... La rabia solo es otra cara de la tristeza.
-Si pero aun así prefiero la energía del rayo, que la fuerza agobiante de la melancolía, así que déjame un momento.
Mientras Aismer mira el cielo gris tan fijamente que creo que las nubes colapsaran en el suelo de arena y ahí estoy escuchando, intentando callar mi deseo de sangre, todo el que la haga llorar merece perder. Sería justo, una gota de su sangre por cada lágrima derramada.
Ese ser tan miserable no merece menos que el dolor inconsolable, una gota de sangre por cada lagrima, un pago justo sí! que su dolor sea 99 veces mayor que el de ella, sí que sufra eso y un poco más, que sufra tanto que la agonía sea tan densa, tan cruel y lenta como el latir de la tierra.
Yo me imagino esta fantástica escena de justicia y ella sigue, contando las borlas de las nubes al viento como haciendo música con ellas.
De pronto se rompe el silencio:
- Sabes Absalón que la tristeza nunca se ira del todo, ahí está siempre bajo mi piel impregnando mi sangre con su melancolía, como hoja al viento antes de caer, pero no pasa nada así es, así tenía que ser.
- Lo sé, sé quién eres, a mí no tienes que explicarme nada. Se lo dije severamente, sin darme cuenta, tal vez para que lo entendiera de forma definitiva.
- Mira es tan simple como esto: tu furia cancerígena y misántropa es a mi equivalencia melancolía y enorme soledad.
- Si pero, ¿hasta cuándo? cuánto tiempo más tendré que soportar el eco de tus lágrimas? ¿Cuantas noches más lloraras por él? ¿Cuantas noches más pasaremos en vela tratando de averiguar cuándo es qué el amor se convierte en vacío, en un cementerio de estrellas?
Tu madre no lo recuerda, sé que nunca hablamos de ella, pero hace ya más de veinte años ella rogó tu felicidad y por eso estoy aquí, ahora ella teme de ti y de mí pero esa es historia que después hablaremos, el hecho es que ¿cuánto tiempo más necesitas para entender que él se fue y que así debía ser?
III
-¿Me tomas por estúpida ? o ¿qué te pasa? claro que sé eso y no sólo lo entiendo realmente lo vivo, pero eso no significa que pierda el derecho de anhelar y recordar, ¿tú eres igual a mi madre! ¡Crees que soy débil y que por ello debes cuidarme; como ella fracaso tú te crees !¿con el derecho de juzgarme?! - no puedo hacer más que permanecer, inmóvil ante su figura alejándose entre lágrimas y gotas de lluvia.
Su cabello se mueve como la caricia de las rosas y se enreda en sus mejillas, húmedas, pero es que no fue mi intención enfurecerla aunque ahora que lo pienso no resulto tan mal pues podría haberme desterrado para siempre.
Simplemente me gustaría poder moverme y alcanzarla, pero mis brazos no pueden cobijarla, yo al parecer solo soy parte de sus sueños, un habitante del mundo terrible que nadie más conoce... odio ver como se aleja.
- Estúpido Absalón, odio que haga eso y lo peor de todo es que aun cuando recorra toda la costa, jamás podre alejarme lo suficiente de él.
Siento que sigue aquí, siempre cerca.
Ella tiene razón, siempre estoy cerca.
La encuentro sentada a los pies del precipicio, donde los árboles parecen tocar las estrellas, como dice ella con su inmensa sonrisa.
Parece que la tormenta ha pasado, quizá pueda hablarle un poco de mi estupidez.
- Pequeña, disculpa mi imprudencia yo jamás te subestime y nunca dude de ti, tal vez me exprese inadecuadamente, es solo que tú has provocado que odie tanto verte así y sin embargo me embelesa tu delicada forma de sentir.
Simplemente es tan grande mi aprecio por ti y tan enorme mi anhelo de verte feliz que caigo en la estupidez que caracteriza a esos amigos tuyos: los humanos.
Hablo desde lo profundo desde mis sentimientos -sí es que un ser como yo puede tenerlos- pero ella permanece en silencio.
-En la niebla puedo ver todo lo que nunca imaginaste, todo eso que guardas bajo la llave del silencio, no puedo hacer más que mirarte a los ojos y esperar que algún día decidas romper tu encierro.- prosigo.
IV
Pasan los segundos cuales días, el simple gesto de su mirada perdida al horizonte rojo del mar al atardecer me tortura tan más que su silencio inquebrantable.
Estaba ya al punto de la locura, instantes tan nimios e insignificantes que ante la inmensidad de la existencia toda eran simple polvo, para alguien como yo que el tiempo ya no significa nada esto parecía consumir la totalidad de mi ser, como si nada mas existiese ni yo mismo, nada más haya de Aismer y sus silencios infinitos.
Totalmente absorto en mis absurdas deducciones a la espera de su voz llegue a teorías tan diversas de las cuales me era imperativo saber quién era el o mejor dicho quien habrá sido el para robar la luz de sus ojos para dejar seca su alma de amores y llenarla de desilusiones?. Tantas respuestas posibles para que al final resolviera mi tortura en un sólo pensamiento: no importaba la respuesta como dijo ella, la tristeza seguirá bajo su piel como hoja al viento, como la rabia sorda e infinita que es de mí esencia; creo que por eso sigo siempre a su lado, ella calma mi odio y yo con mi ignorancia de la naturaleza humana y mis ironías hago de su melancolía algo menos agotador- quizá le divierta-.
Aún con esta aclaración aparentemente lógica experimente una sed enorme de ella, saber más y quizá así podría salvarla. Me hundí cada vez más en ese túnel de oscuridad que se construye con mis pensamientos ante la imposibilidad de hallar algo mejor, que no me di cuenta la había dejado sola al parecer por algún tiempo no estoy seguro si por segundos, noches o años - ya que para mí no existe la noción de temporalidad-, quizás ya sería tarde, de pronto creció un temor inconmensurable de pérdida, sentí su corazón palpitante como trueno en la tormenta y así de fugaz fue el sonido de su voz.
-Absalón!- Dijo sorprendida- pensé que te habías ido, siento tu agitación, tan fuerte que no puedo ignorarte, sé que mi silencio te agobia, sé que soy difícil de soporta, pero no tanto como tú con tus pensamientos complejos y caóticos -mientras ella hablaba me sorprendía lo bien que conocía mi naturaleza, quizá más de lo que me gustaría- pero el silencio y la lluvia no pueden ser para siempre.
Su voz suavizaba mi angustia como las olas que se lleva las huellas en la arena, así cada palabra era parte de una canción de cuna. Ella hablaba y yo seguía sus pasos respetuosamente sin ánimos de nada más que acompañar su travesía - ''sabes este tiempo he pensado en varias cuestiones que había olvidado, una de estas noches sin luna en la hora más oscura me arribó la idea de que no recuerdo ¿cuándo fue la primera vez que supe de ti, entre ensoñaciones o memorias viene la imagen de mi niñez y tú en la puerta a los pies de mi cama o quizá fue esa vez de la noche terrible de horrores, puedes aclarar mi turbulenta memoria?''
Quede pasmado, detuve el paso, se enrareció el aire la brisa colapso tomando todo el aliento posible, ahogado entre las espinas de mi voz no pude decir más que esto: '' Siempre, querida siempre cuidándote''
- Ah ! Siempre con tus ambigüedades- dijo con un dejo de incomodidad- ya deja eso, es una simple pregunta.
- Simple tal vez, pero nos llevaría mucho tiempo siquiera escrudiñar la superficie para encontrar la respuesta, además no estoy aquí para hablar de mi sino para cuidarte.
- ¿Como tú puedes exigir mis más dolorosos recuerdos y tú no puedes contestar esa nimiedad?
- Si es cosa tan insignificante, porque de pronto la insistencia?
- No lo sé, solo quiero saber.
- Te lo dije, estoy aquí por tu madre.
- Mi madre que tiene que ver contigo?
-Ahora ya nada, ella solo estuvo cerca de mí un par de ocasiones, pero por ella me ha sido encargado cuidarte.
Nos interrumpió el ruido gélido de la brisa, la noche trataba de hablarme, quizá aún no era el momento la bestias parecen inquieta detrás de nosotros nada, mucho alrededor. Le pedí que fuéramos a la casa pues ya hacia frío me miro con esos ojos penetrantes que parecen entrar en mis pensamientos y se dio la vuelta como ignorándome, la seguí rápidamente y pronto llegamos al marco de la entrada. Todo parecía latente, creí mejor dejar esa conversación para después la acompañe hasta su estudio y en un pestañeo me aleje sin decir más.
..CONTINUARA..
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