martes, 22 de diciembre de 2009

Drácula



Esta ocasión dejo esta gran obra literaria, que en lo personal me result fascinante.
Tomando la historia de Vlad Draculea Tepes "El empalador".





Nació en la ciudad-burgo rumana de Sighişoara (Transilvania), el 8 de noviembre de 1431 y murió en batalla el 14 de diciembre de 1476 en las cercanías de Bucarest.
Gobernante de carácter volcánico e impredecible, fue el más duro de todos los gobernantes de Europa Oriental en el Siglo XV. Para algunos fue un heroico defensor de los intereses e independencia de su país y del cristianismo, mientras que para otros era una persona cruel que torturaba y mataba por diversión.

Fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad Dracul ("Draculea" significa hijo de Dracul), quien fue incluido en la Orden del Dragón de manos de Segismundo de Luxemburgo, también rey de Alemania, Bohemia y Hungría, en 1428.


---(Orden del Dragón)

Su traumática infancia, fue muy determinante a la hora de formar su futuro como príncipe. A los 13 años, en 1444, fue entregado a los turcos como rehén junto con su hermano Radu, por su padre como muestra de sumisión al Sultán y como garantía.

Cuando volvió del exilio, su padre Vlad Dracul había muerto apaleado en 1447 y a su hermano Mircea le quemaron los ojos con un hierro al rojo vivo antes de enterrarlo aún con vida. Ambos hechos fueron ordenados por los Boyardos (una aristocracia local), a los cuales Vlad tuvo desde entonces odio eterno (pero con el tiempo consiguió su anhelada venganza).

En 1456, apoyado por los húngaros, la población de origen alemán y protegido de los turcos, junto con un contingente de Transilvania gana la Batalla de Belgrado y asciende al trono, tras matar a su contrincante Vladislav II.

Fue despiadado y en las ciudades donde no lo aceptaban se realizaban ejecuciones por empalamiento de hombres, mujeres y niños, como en los casos de la ciudad transilvana de Kronstadt y Hermannstadt, ambas ciudades habitadas por colonos alemanes que no querían comerciar con él o que no querían pagarle tributo. En 1459 hizo que 30.000 colonos alemanes y oficiales fueran empalados.

Una de sus acciones de empalamiento masivo fue en su venganza contra los boyardos, asesinos de su padre y de su hermano mayor. Vlad llevó a cabo esta venganza en la Pascua de 1459, invitando a los boyardos a una gran cena de Pascua pidiéndoles a estos que se pusieran sus mejores galas. Cuando terminaron de cenar, Vlad mandó empalar a los más viejos, mientras que a los jóvenes les obligó a ir hasta Târgoviste, hasta un castillo en ruinas que había en un monte cercano al río Arges. Los boyardos fueron a pie, y muchos perecieron en el camino, pero los que llegaron aún con vida, fueron obligados a construir el castillo de Drácula, mientras iban muriendo de cansancio y agotamiento a través de los meses ante el deleite del Empalador.


Luego de eliminar las amenazas internas Vlad se dio la misión de proteger a su país de las variadas amenazas externas, así fue como Draculea hizo y deshizo alianzas para proteger a su patria (un patriotismo poco conocido para la época), en 1461 libro varias batallas contra el sultán turco Mehmed II, en donde gracias a sus increíbles habilidades para la guerra logro ganar varias de ellas a pesar de una diferencia abismal en el número de soldados, aplicando estrategias como la guerra de guerrillas y la tierra quemada (además de mandar enfermos a los campamentos enemigos). Una famosa historia es cuando Mehmed II en uno de sus intentos de invadir Valaquia tuvo que devolverse a Estambul al ver un bosque de 23.000 personas empeladas (enemigos de Draculea) ya que produjo tanto terror entre sus tropa que tuvo que volver para reagruparse.

Pese a las victorias, a Vlad se le oponía la nobleza, que apoyó a su hermano Radu. Mehmet II, una vez en Estambul logró, usando una serie de intrigas que incluyeron la falsificación de documentos, que Matías Corvino (aliado húngaro) encarcelase a Vlad en agosto de 1462.

No se sabe por qué, Draculea fue liberado en torno a 1474, pero no hay duda de que participó en la batalla de Vaslui (en la región de Jashi, Moldavia), junto al príncipe Esteban Bathory de Transilvania. Juntos invadieron Valaquia con un ejército formado por transilvanos, boyardos valacos y un pequeño número de moldavos enviados por el primo de Vlad Draculea, el príncipe Esteban el Grande de Moldavia. Tras esta batalla Draculea recuperó el trono, pero Esteban Bathory volvió a Transilvania, dejándole en una posición muy débil frente a sus enemigos.

Su última acción fue tres días después, cuando Vlad se lanzó a atacar a los turcos, pero estos habían preparado un gran ejercito 120.000 soldados contra tan solo 300 de Draculea, se supone que Vlad muere luchando heroicamente sin antes quitarle la vida a muchos turcos, pero aun así cae y sus restos son enviados a Estambul como trofeo.

A pesar de tener una tumba en un monasterios los restos de Draculea nunca fueron encontrados (en la tumba habían restos de animales solamente) en nuestros días se han dado varias teorías, pero nunca se ha sabido a ciencia cierta que paso con ellos
El Rey Segismundo de Hungría, quien tras convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano en 1410, fundó una orden secreta de caballeros llamada “la Orden del Dragón”, cuyo deber era defender el cristianismo y el Imperio contra los turcos otomanos. Su emblema era un dragón con las alas extendidas mientras cuelga de una cruz. El padre del Empalador, Vlad Dracul II fue admitido a la Orden en el año de 1431 por su valentía en la lucha contra los turcos. De 1431 en adelante Vlad II portaba el emblema de la orden y después, como gobernante de Valaquia, su moneda llevaba símbolo del dragón. La palabra dragón en rumano es “drac” y “ul”. El padre del empalador, era conocido como “Vlad Dracul”, o “Vlad el dragón”. En rumano la terminación “ulea” significa “hijo de”, en virtud de esta interpretación, Vlad III se convirtió en “Vlad Draculea” o “el hijo del dragón”, aunque la palabra “drac” también significa “diablo” en rumano, por ello El sobrenombre de este modo asumió un doble significado para los enemigos de Vlad Tepes y su padre.

El personaje de Drácula de la novela de Bram Stoker, se basó en el personaje histórico de Vlad Draculea (Vlad III), quien gobernó una zona de los Balcanes (ubicada al sur de la actual Rumania) llamada Valaquia a mediados del siglo XV. Este personaje tenía varios nombres entre esos eran: Vlad Tepes, Vlad Draculea y Vlad III, o llamado por los turcos como Kaziglu Bey “el Príncipe Empalador”, que por sus crueles castigos recibió ese sobrenombre, a "Drácula" se le atribuye la muerte de 40.000 a 100.000 personas en los campos de empalados.




Para describir los paisajes de Rumanía, Stoker se sirvió de dos obras: una, de Emily Gerard, es La tierra más allá de los bosques (1888); y la otra, un Informe sobre los principados de Valaquia. Para hallar al verdadero Drácula histórico, debemos remitirnos a los antecedentes literarios de la novela de Stoker: en Varney el vampiro, y en los textos de Polidori, Charles Nodier, E.T.A. Hoffmann, Samuel Coleridge, Sheridan Le Fanu, Teophile Gautier y otros, veremos cómo el personaje del vampiro clásico se va desarrollando poco a poco hasta convertirse en el que todos conocemos con el nombre de Drácula.
(castillo de Bran)
Se dice que probablemente Vlad padecia porfiria, enfermedad de la cual se toman algunas caracteristicas del vampiro, como el hecho de no poder salir a la luz.

Stoker atribuye a Drácula los rasgos peculiares del vampiro, tales como:


* La capacidad de hacer que cambie el tiempo.
* Lograr obediencia de seres repulsivos, como las ratas, moscas, arañas y los murciélagos, pero también de los lobos y los zorros.
* Una fuerza sobrehumana.
* Convertirse en animal o en niebla.
* Perder facultades durante el día. El vampiro huye de la luz diurna, que lo debilita pero no lo destruye: puede moverse a medio día durante un escaso período de tiempo (el conde Drácula, en la novela, aparece a plena luz del día buscando a Mina Harker).
* Dormir sobre tierra, traída de su lugar natal, en el interior de un ataúd.
* Beber sangre humana (su único alimento) y convertir en vampiros a quienes aseste su mordedura fatídica y bautice con su propia sangre haciéndoles beberla. Si únicamente son mordidos, no se transforman en vampiros.
* Se le puede mantener a raya con crucifijos, ristras o flores de ajo, la Sagrada Forma consagrada y agua bendita; pero para que muera realmente, se le ha de clavar una estaca en el corazón o se lo ha de decapitar.

El Drácula de Stoker tiene todos los elementos de los vampiros que lo precedieron, más algunas características tomadas del hombre lobo, cuya historia había sido publicada poco antes.

Esta obra, en esta historia y su mistiscismo a cautivado a muchos a lo largo de la historia, dando lugara muy variadas opiniones ademas de ver su influencia en las artes, musica, literatura,dibujo y animación, teatro y cine.

En el teatro:
El 18 de mayo de 1897 (ocho días antes de la publicación de la novela), se hizo una lectura de Drácula por un grupo de actores en el Lyceum Theatre. Esta representación fue organizada por Stoker, al parecer para garantizarse los derechos de autor sobre la novela y su personaje.

Hamilton Deane adaptó la novela al teatro y en 1924 estrenó la obra en Londres, en 1927 en Broadway, después en Nueva York y en otras ciudades. En esta versión teatral se han basado las tres versiones de la Universal Pictures: los dos Drácula de 1931 (I & II) y el que dirigiera John Badham en 1979.

En ese Drácula se ha basado también Drácula, el musical (1991), protagonizada por Cecilia Milone y Juan Rodó, una creación de los argentinos Pepe Cibrián y Ángel Mahler, entre otras obras. Reestrenada en 1992,1994,1997,2000 (Estadio Luna Park), el 2003 y el 2007 en el Teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires.

El escritor Santiago Sevilla ha publicado en «Liceus, el portal de las humanidades» dos obras de teatro referentes al famoso vampiro:

* Drácula y la vampiresa (tragicomedia en verso, en español. Contiene sonetos, décimas, madrigales y otras formas poéticas). (Santiago Sevilla)
* Dracula and the Bloody Mary (Obra de teatro en idioma inglés, escrita en decasílabos rimados, siguiendo la misma métrica de Shakespeare. (Santiago Sevilla)
* Drácula El Murciégalo (Obra de teatro, parodia para niños y para toda la familia). Grupo ARASALHUM
* Dracula : Entre l'amour et la mort (Musical originario de Quebec, Canadá, creado por Bruno Pelletier, con letra de Roger Tabra y música de Simon Leclerc). [4]
* Dracula, The Musical (Creada por Frank Wildhorn, que ha sido montada en EE. UU. y Suiza).
* Dracula: Ópera rock con libreto de Vincenzo Incenzo, dirección teatral del argentino Alfredo Rodríguez Arias y música de la Premiata Forneria Marconi. El disco fue publicado en el 2005.
* Dracula Musical Rock de Foly Producciones, con canciones de reconocidas bandas de rock en inglés. Dirección escénica de Lula Córdova y Carlos Medina, dirección vocal de Daniela Hernández y dirección coreográfica de Norma Lilia Quiñones. Su estreno fué en Noviembre de 2009.


Cine:
  • Fue en el verano de 1921 cuando el director alemán F. W. Murnau se dispuso a rodar Nosferatu, eine symphonie des Garuens (Nosferatu, el vampiro, 1922), la primera y única producción de La Prana Films.
  • Drácula (1931) de Tod Browning.
  • La hija de Drácula (Dracula's daughter, 1936)
  • El hijo de Drácula (Son of Dracula, 1943) dirigida por Robert Siodmak.
  • En 1944 La zíngara y los monstruos (House of Frankenstein).
  • La mansión de Drácula (House of Dracula) 1945.
  • Drakula Istanbulda (Turkía, 1953).
  • El regreso de Drácula (Return of Dracula, 1958)
  • Ahlea Kkots (Corea del Sur, 1961)
  • Drácula (Horror of Dracula, 1958) y Las novias de Drácula (Brides of Dracula, 1960) de Terrence Fisher.
  • Drácula, príncipe de las tinieblas(1965).
  • Mga Manuggang ni Drakula (Filipinas 1967).
  • Batman fights Dracula (Filipinas, 1967).
  • Drácula vuelve de la tumba (1968),
  • Blood of Dracula´s Castle (Al Adamson, 1969)
  • Draculas Lusterne Vampire (Suecia, 1970)
  • El poder de la sangre de Drácula (Peter Sasdy, 1969)
  • Las cicatrices de Drácula (Roy Ward Baker, 1970) y La Condesa Drácula (Peter Sasdy, 1970)
  • Lake of Dracula (Japón, 1972).
  • Nocturna, Grandaughter of Dracula (1979).
  • Nosferatu, vampiro de la noche (Werner Herzog, 1979)
  • Nosferatu, príncipe de la tinieblas (Augusto Caminito, 1986)
  • (Drácula de Bram Stoker, 1992). Dirigida por Francis For Cappola-La mejor versión en mi opinión-

    Drácula
  • Dracula Rising (1992),
  • Dracula 2001 de Patrick Lussier.
Tambien hay una adaptacion española al comic sobre Dracula.
En el mundo de los videojuagos podemos encontrar todo un bastion al respecto, en algunos se llama a Dracula "Alucard".

Deho el link a un archivo PDF para los que gusten leer esta magnanima obra de Bram Stoker, que nos ha hecho soñar hermosos y sangientos horrores.

http://www.librosgratisweb.com/pdf/stoker-bram/dracula.pdf



Hasta la proxima luna...

martes, 15 de diciembre de 2009

La Belleza y el Arte


Ahora he estado leyendo algo sobre la historia de la pintura (para refrescar la memoria en este tiempo libre) y en el transcurso de la lectura llegaron a mí varios pensamientos.

Preguntandome tantas cosas a la vez, que no se como expresarlas. Una de estas preguntas fue, ¿Somos realmente libre? ¿Es el artista realmente libre para con su obra y su expresion?

Sea cual sea el arte a la que nos queramos referir -en este caso, la pintura- ¿realmente conocemos la belleza?, ¿Qué es entonces, belleza?
Si el arte es la busqueda de la perfección en lo imperfecto, entonces ¿qué es bello? Alguna vez escuche que el arte no es belleza sino estética,que la única belleza reside en la naturaleza, de esta manera el arte es la forma en que el humano anhela la perfeccion de la naturaleza, que incluye a su vez la imperfeccion,como algo intrinseco de lo que existe y a su vez resultado de esta transformación.

A travez de la historia del arte vemos la trnasmutación de este concepto (belleza) de perfeccion imperfecta. La variedad de corrientes o escuelas de la pintura nos muestran diferentes perspectivas de estos conceptos.

En la mayoría de las ocasiones al hablar de la historia de la pintura se cree que sólo abarca del siglo XII hasta nuestros días, pero no es así.
Sí el arte es la expresión pura de la experiencia humana, entonces no resultará nada extraño pensar que la pintura y el arte en general existe desde el momento en que esta especie descubrio su capacidad y necesidad de expresión.
De esta forma, el arte debe considerarse como tal desde las pinturas rupestres hasta la variedad de movimientos pictoricos del siglo XX.

Incluso varias culturas permiten corroborar estos hechos.
Los minoicos, los egipcios, los griegos y la antigua Roma son algunos ejemplos, con su estilo naturalista distinto encada caso, como reflejo de una situacion y tiempo determinados.

Podemos hablar tambien de la pintura Paleocristina y bizantina, el arte celta que despues anhunado al cristianismo nos revelaria el arte Gotico y medieval (Giotto)



, el Renacimiento (Giovanni Bellini, Giorgione, Da Vinci, Rafael, Miguel Angel, Tiziano),



el Manierismo con su más conocido representante El Greco (con su tono apocaliptico),

despues vino el tan nombrado Barroco (definido como un estilo extravagante, con pintores como: Caravaggio, Poussin, Diego Velazquez, Francisco Zurbarán, Rubens, Remembrant con su técnica del claroscuro),

el retorno hacia el arte griego ocurre en manos del Neoclácismo (Jacques Louis-David, Dominique Ingres), el Romantiscismo (El objetivo principal del arte no es la belleza, sino la expresión y sentimientos que pueden abrir horizontes mucho más amplios. Emerge un deseo de que aparezca lo nuevo, insólito, oculto, reprimido, en una palabra, lo sublime, lo que está más allá del límite. Esta ansiedad provoca mucho más placer estético que la belleza. Comienza la apreciasion y aceptacion del horror y el dolor como parte del vivir. - Delacroix, Goya, William Blake-),

Realismo (Se tiende a representar al hombre en sus quehaceres cotidianos. El tema de la fatiga se convierte en tema principal.- Courbet, Millet, Daumier-.),

el Impresionismo (Los impresionistas se caracterizan por su técnica rápida, de largas pinceladas cargadas de materia pictórica. -Monet, Renoir, Degas, Van Gogh-),

el Simbolismo ( nostalgia hacia le mundo idilico -Moreau y Odilon Redon aunque éste último será considerado tambien como Surrealista-),

Modernismo o Cubismo (Picasso y Gustav Klimt),

Expresionismo (Munch, Wassily Kandinsky,Figari),

Pintura Abstracta (Piet Mondrain, Volpi),


despues surge el Dadaismo, inspirados por al anarquista Bakunnin, personajes como Hugo Ball y el poeta Tzará - Raoul Hausmann, Max Ernst, Marcel Duchamp),

Surrealismo (Animación de lo inanimado, metamorfosis, elementos incongruentes, Líbido del inconsciente - escritor André Breton, Dalí como mayor exponente, Joan Miró)


Otro punto importante es como este concepto de belleza se transforma, como ya vimos cada corriente tiene su tematica, su tecnica.
El arte es la transformacion de la naturaleza para ponerse a lservicio de la expresion humana.
Como comenta Michel Foucalt en su libro La Historia de la Sexualidad despues de verse el arte griego y romano, el renacimiento, el romanticismo, podemos observar como parte antagonista el suceso o fenomeno presente durante la epoca victoria de la represion y rechazohavia la naturaleza al desnudo. ¿No es esto ha caso una ley contraria al hecho intrinseco de la existencia del arte?

se ha ido mi inspiracion, luego continuo.

Pelicula recomendada La Sonrisa de Monalisa
Lecturas Historia del Arte 1, 2 ,3. MIchel Foucalt.
Podemos encontrar una relacion intima entre los movimientos pictoricos y las corrientes literias.

martes, 8 de diciembre de 2009

El Panteon y la Historia del Pensamiento.

Bueno pues esta ocasión hablare de algo de filosofía, historia, religiones.
hoy después de una tarde de silencios, estaba viendo la television (caja boba que esta vez no me pareció tan "boba")y hay vi dos programas en los cuales se abordan estos temas. En uno de ellos se recorre el mundo para experimentar los rituales más extraños al rededor de todo el globo y en otro se habla de estos fenómenos desde y hacia la antigua y magnifica civilizacion egipcia- que a mi me parece fascinante-.

Bien, entonces me quede cavilando respecto al origen de todo esto, llegando a la conclusión algo obvia por cierto, de que las religiones, son algo así como un espejo para la evolucion del pensamiento, una pequeña caja de cristal - que aparenta ser hierro- que contiene las complejidades de los fenómenos humanos.


No es mi intención criticar algunas de las religiones pero, si reflexionamos un poco en la historia universal se puede ver que la religión es y ha sido algo más que "cuestion de fe" para tomar la cara del poder, siendo así un instrumento más para aquellos que buscan el aumento de la magnitud de sus dominios.
Como podemos verificar en el Primer Concilio de Nicea, donde el emperador Constantino busca por medio de la fe unificar a su imperio y darle un poder más haya de lo económico. Se nombra este concilio con el objeto de elegir que libros serían incluidos en la biblia y cuales seria las reglas para aquellos bajo el poder del imperio romano, es decir, una vez más la religion como un poder politico, que al parecer eso es y hasta nuestros dias ocurre.

Esto me recuerda a la pelicula el Nombre de la Rosa adaptacion del libre de Humberto Ecco, donde se tratan estos temas, el control y poder a travez del miedo....
recomendable... si

Watch El Nombre De La Rosa in Entertainment | View More Free Videos Online at Veoh.com

http://www.veoh.com/collection/histdoc/watch/v7990676fhm8zPBJ

Otro punto es como las religiones o mejor dicho algunas de ellas, hicieron penetrar como figuras del inconsciente colectivo la idea de las dualidades perversas y contrarias, el bien y el mal.


En las religiones politeistas, como puede verse en culturas como la griega, persa, egipcia, por nombrar algunas, no existe tal concepto de un ente sobrenatural maligno y otro totalmente puro sino en su defecto manifiestan la posibilidad que tiene todo ente de actuar en diversas magnitudes sin entrar en la casilla del castigo y la gloria. Es así como entra en la historia del hombre el poder del miedo al crear esta figuras contrarias que serian las manos que llevarian a la creacion y destruccion.
Muchas de las imagenes consevidas con este fin son la amalgama de deidades "paganas" que como muestra de esta lucha de dominio absoluto se vieron matizadas como demoniacas o malditas.

Son muchas las cosas que se podria decir, pero no hay espacio para tantos pensamientos. En resumidas cuentas, no intento poner mi pensamiento como verdad absoluto, pues caeria en el mismo error de aquellos a los que me refeiro en este texto, es más bien, el intento de abrir un espacio a la reflexion y a la expresion.

lectura recomendada. Nietzsche, Satre, Panteon Egipcio, Mitologia Griega, Mitologia Nordica, La verdad y la mentira en Sentido extramoral.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Edgar Alan Poe


Bueno pues para comenzar dejo aqui a uno de los maestros del arte, ser diestro magnificamente en los cuentos de horror psicologico y poesia oscura. Uno de los muy nombrados poetas malditos.

Este magnifico escritor es uno de los tantos que me enseño el mundo de la poesia coloreado con esos matices que alma buscó por tanto tiempo. un mundo siniestro, lleno de fantasias nocturnas que alimentan mi sangre son sus imagenes y su lirica, esa oscuridad que es más que una palabra y se convierte en una filosofia.

basta de mis palabras absurdas, les dejo al maestro Edgar Allan Poe

Dejo aqui una de mis narraciones favoritas (a pesar de que toda su literatura me fascina)

MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA.


La "Muerte Roja" había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa. La sangre era encarnación y su sello: el rojo y el horror de la sangre. Comenzaba con agudos dolores, un vértigo repentino, y luego los poros sangraban y sobrevenía la muerte. Las manchas escarlata en el cuerpo y la cara de la víctima eran el bando de la peste, que la aislaba de toda ayuda y de toda simpatía, y la invasión, progreso y fin de la enfermedad se cumplían en media hora.

Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz. Cuando sus dominios quedaron semidespoblados llamó a su lado a mil caballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al seguro encierro de una de sus abadías fortificadas. Era ésta de amplia y magnífica construcción y había sido creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente aprovisionada. Con precauciones semejantes, los cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta; entretanto era una locura afligirse. El príncipe había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Afuera estaba la Muerte Roja.

Al cumplirse el quinto o sexto mes de su reclusión, y cuando la peste hacía los más terribles estragos, el príncipe Próspero ofreció a sus mil amigos un baile de máscaras de la más insólita magnificencia.

Aquella mascarada era un cuadro voluptuoso, pero permitan que antes les describa los salones donde se celebraba. Eran siete -una serie imperial de estancias-. En la mayoría de los palacios, la sucesión de salones forma una larga galería en línea recta, pues las dobles puertas se abren hasta adosarse a las paredes, permitiendo que la vista alcance la totalidad de la galería. Pero aquí se trataba de algo muy distinto, como cabía esperar del amor del príncipe por lo extraño. Las estancias se hallaban dispuestas con tal irregularidad que la visión no podía abarcar más de una a la vez. Cada veinte o treinta metros había un brusco recodo, y en cada uno nacía un nuevo efecto. A derecha e izquierda, en mitad de la pared, una alta y estrecha ventana gótica daba a un corredor cerrado que seguía el contorno de la serie de salones. Las ventanas tenían vitrales cuya coloración variaba con el tono dominante de la decoración del aposento. Si, por ejemplo, la cámara de la extremidad oriental tenía tapicerías azules, vívidamente azules eran sus ventanas. La segunda estancia ostentaba tapicerías y ornamentos purpúreos, y aquí los vitrales eran púrpura. La tercera era enteramente verde, y lo mismo los cristales. La cuarta había sido decorada e iluminada con tono naranja; la quinta, con blanco; la sexta, con violeta. El séptimo aposento aparecía completamente cubierto de colgaduras de terciopelo negro, que abarcaban el techo y la paredes, cayendo en pliegues sobre una alfombra del mismo material y tonalidad. Pero en esta cámara el color de las ventanas no correspondía a la decoración. Los cristales eran escarlata, tenían un color de sangre.

A pesar de la profusión de ornamentos de oro que aparecían aquí y allá o colgaban de los techos, en aquellas siete estancias no había lámparas ni candelabros. Las cámaras no estaban iluminadas con bujías o arañas. Pero en los corredores paralelos a la galería, y opuestos a cada ventana, se alzaban pesados trípodes que sostenían un ígneo brasero cuyos rayos se proyectaban a través de los cristales teñidos e iluminaban brillantemente cada estancia. Producían en esa forma multitud de resplandores tan vivos como fantásticos. Pero en la cámara del poniente, la cámara negra, el fuego que a través de los cristales de color de sangre se derramaba sobre las sombrías colgaduras, producía un efecto terriblemente siniestro, y daba una coloración tan extraña a los rostros de quienes penetraban en ella, que pocos eran lo bastante audaces para poner allí los pies. En este aposento, contra la pared del poniente, se apoyaba un gigantesco reloj de ébano. Su péndulo se balanceaba con un resonar sordo, pesado, monótono; y cuando el minutero había completado su circuito y la hora iba a sonar, de las entrañas de bronce del mecanismo nacía un tañido claro y resonante, lleno de música; mas su tono y su énfasis eran tales que, a cada hora, los músicos de la orquesta se veían obligados a interrumpir momentáneamente su ejecución para escuchar el sonido, y las parejas danzantes cesaban por fuerza sus evoluciones; durante un momento, en aquella alegre sociedad reinaba el desconcierto; y, mientras aún resonaban los tañidos del reloj, era posible observar que los más atolondrados palidecían y los de más edad y reflexión se pasaban la mano por la frente, como si se entregaran a una confusa meditación o a un ensueño. Pero apenas los ecos cesaban del todo, livianas risas nacían en la asamblea; los músicos se miraban entre sí, como sonriendo de su insensata nerviosidad, mientras se prometían en voz baja que el siguiente tañido del reloj no provocaría en ellos una emoción semejante. Mas, al cabo de sesenta y tres mil seiscientos segundos del Tiempo que huye, el reloj daba otra vez la hora, y otra vez nacían el desconcierto, el temblor y la meditación.

Pese a ello, la fiesta era alegre y magnífica. El príncipe tenía gustos singulares. Sus ojos se mostraban especialmente sensibles a los colores y sus efectos. Desdeñaba los caprichos de la mera moda. Sus planes eran audaces y ardientes, sus concepciones brillaban con bárbaro esplendor. Algunos podrían haber creído que estaba loco. Sus cortesanos sentían que no era así. Era necesario oírlo, verlo y tocarlo para tener la seguridad de que no lo estaba. El príncipe se había ocupado personalmente de gran parte de la decoración de las siete salas destinadas a la gran fiesta, su gusto había guiado la elección de los disfraces.

Grotescos eran éstos, a no dudarlo. Reinaba en ellos el brillo, el esplendor, lo picante y lo fantasmagórico. Veíanse figuras de arabesco, con siluetas y atuendos incongruentes, veíanse fantasías delirantes, como las que aman los locos. En verdad, en aquellas siete cámaras se movía, de un lado a otro, una multitud de sueños. Y aquellos sueños se contorsionaban en todas partes, cambiando de color al pasar por los aposentos, y haciendo que la extraña música de la orquesta pareciera el eco de sus pasos.

Mas otra vez tañe el reloj que se alza en el aposento de terciopelo. Por un momento todo queda inmóvil; todo es silencio, salvo la voz del reloj. Los sueños están helados, rígidos en sus posturas. Pero los ecos del tañido se pierden -apenas han durado un instante- y una risa ligera, a medias sofocada, flota tras ellos en su fuga. Otra vez crece la música, viven los sueños, contorsionándose al pasar por las ventanas, por las cuales irrumpen los rayos de los trípodes. Mas en la cámara que da al oeste ninguna máscara se aventura, pues la noche avanza y una luz más roja se filtra por los cristales de color de sangre; aterradora es la tiniebla de las colgaduras negras; y, para aquél cuyo pie se pose en la sombría alfombra, brota del reloj de ébano un ahogado resonar mucho más solemne que los que alcanzan a oír las máscaras entregadas a la lejana alegría de las otras estancias.

Congregábase densa multitud en estas últimas, donde afiebradamente latía el corazón de la vida. Continuaba la fiesta en su torbellino hasta el momento en que comenzaron a oírse los tañidos del reloj anunciando la medianoche. Calló entonces la música, como ya he dicho, y las evoluciones de los que bailaban se interrumpieron; y como antes, se produjo en todo una cesacion angustiosa. Mas esta vez el reloj debía tañer doce campanadas, y quizá por eso ocurrió que los pensamientos invadieron en mayor número las meditaciones de aquellos que reflexionaban entre la multitud entregada a la fiesta. Y quizá también por eso ocurrió que, antes de que los últimos ecos del carrillón se hubieran hundido en el silencio, muchos de los concurrentes tuvieron tiempo para advertir la presencia de una figura enmascarada que hasta entonces no había llamado la atención de nadie. Y, habiendo corrido en un susurro la noticia de aquella nueva presencia, alzóse al final un rumor que expresaba desaprobación, sorpresa y, finalmente, espanto, horror y repugnancia. En una asamblea de fantasmas como la que acabo de describir es de imaginar que una aparición ordinaria no hubiera provocado semejante conmoción. El desenfreno de aquella mascarada no tenía límites, pero la figura en cuestión lo ultrapasaba e iba incluso más allá de lo que el liberal criterio del príncipe toleraba. En el corazón de los más temerarios hay cuerdas que no pueden tocarse sin emoción. Aún el más relajado de los seres, para quien la vida y la muerte son igualmente un juego, sabe que hay cosas con las cuales no se puede jugar. Los concurrentes parecían sentir en lo más hondo que el traje y la apariencia del desconocido no revelaban ni ingenio ni decoro. Su figura, alta y flaca, estaba envuelta de la cabeza a los pies en una mortaja. La máscara que ocultaba el rostro se parecía de tal manera al semblante de un cadáver ya rígido, que el escrutinio más detallado se habría visto en dificultades para descubrir el engaño. Cierto, aquella frenética concurrencia podía tolerar, si no aprobar, semejante disfraz. Pero el enmascarado se había atrevido a asumir las apariencias de la Muerte Roja. Su mortaja estaba salpicada de sangre, y su amplia frente, así como el rostro, aparecían manchados por el horror escarlata.

Cuando los ojos del príncipe Próspero cayeron sobre la espectral imagen (que ahora, con un movimiento lento y solemne como para dar relieve a su papel, se paseaba entre los bailarines), convulsionóse en el primer momento con un estremecimiento de terror o de disgusto; pero inmediatamente su frente enrojeció de rabia.

-¿Quién se atreve -preguntó, con voz ronca, a los cortesanos que lo rodeaban-, quién se atreve a insultarnos con esta burla blasfematoria? ¡Apodérense de él y desenmascárenlo, para que sepamos a quién vamos a ahorcar al alba en las almenas!

Al pronunciar estas palabras, el príncipe Próspero se hallaba en el aposento del este, el aposento azul. Sus acentos resonaron alta y claramente en las siete estancias, pues el príncipe era hombre temerario y robusto, y la música acababa de cesar a una señal de su mano.

Con un grupo de pálidos cortesanos a su lado hallábase el príncipe en el aposento azul. Apenas hubo hablado, los presentes hicieron un movimiento en dirección al intruso, quien, en ese instante, se hallaba a su alcance y se acercaba al príncipe con paso sereno y cuidadoso. Mas la indecible aprensión que la insana apariencia de enmascarado había producido en los cortesanos impidió que nadie alzara la mano para detenerlo; y así, sin impedimentos, pasó éste a un metro del príncipe, y, mientras la vasta concurrencia retrocedía en un solo impulso hasta pegarse a las paredes, siguió andando ininterrumpidamente pero con el mismo y solemne paso que desde el principio lo había distinguido. Y de la cámara azul pasó la púrpura, de la púrpura a la verde, de la verde a la anaranjada, desde ésta a la blanca y de allí, a la violeta antes de que nadie se hubiera decidido a detenerlo. Mas entonces el príncipe Próspero, enloquecido por la ira y la vergüenza de su momentánea cobardía, se lanzó a la carrera a través de los seis aposentos, sin que nadie lo siguiera por el mortal terror que a todos paralizaba. Puñal en mano, acercóse impetuosamente hasta llegar a tres o cuatro pasos de la figura, que seguía alejándose, cuando ésta, al alcanzar el extremo del aposento de terciopelo, se volvió de golpe y enfrentó a su perseguidor. Oyóse un agudo grito, mientras el puñal caía resplandeciente sobre la negra alfombra, y el príncipe Próspero se desplomaba muerto. Poseídos por el terrible coraje de la desesperación, numerosas máscaras se lanzaron al aposento negro; pero, al apoderarse del desconocido, cuya alta figura permanecía erecta e inmóvil a la sombra del reloj de ébano, retrocedieron con inexpresable horror al descubrir que el sudario y la máscara cadavérica que con tanta rudeza habían aferrado no contenían ninguna figura tangible.

Y entonces reconocieron la presencia de la Muerte Roja. Había venido como un ladrón en la noche. Y uno por uno cayeron los convidados en las salas de orgía manchadas de sangre y cada uno murió en la desesperada actitud de su caida. Y la vida del reloj de ébano se apagó con la del último de aquellos alegres seres. Y las llamas de los trípodes expiraron. Y las tinieblas, y la corrupción, y la Muerte Roja lo dominaron todo.

EDGAR ALLAN POE.